¿Hojas amarillas? Esto significa tu planta
Las hojas amarillas suelen ser la primera señal de que una planta necesita atención. Aunque muchas veces parece un problema menor, este cambio de color refleja desequilibrios en agua, nutrientes o luz que afectan la salud de la planta.
6 de septiembre de 2025
¿Por qué mis plantas tienen hojas amarillas?
Notar hojas amarillas puede generar preocupación, pero entender las razones detrás de este síntoma es el primer paso para solucionarlo. Las plantas usan sus hojas para producir alimento mediante la fotosíntesis, y cualquier interferencia en este proceso puede alterar su color.
El amarillamiento puede estar asociado a exceso de riego, que provoca raíces dañadas por falta de oxígeno, o a sequía prolongada que deshidrata los tejidos. También puede reflejar una carencia de nutrientes esenciales como nitrógeno, hierro o magnesio, que son vitales para mantener el color verde de las hojas.
Otros factores incluyen iluminación insuficiente, cambios bruscos de temperatura o plagas que afectan las raíces y el tallo. Identificar la causa exacta permitirá tomar medidas específicas y evitar que el problema se extienda al resto de la planta.
¿Cuáles son las causas más frecuentes del amarillamiento de hojas?
Exceso de agua: La tierra muy húmeda provoca pudrición de raíces y hojas amarillas.
Falta de nutrientes: Carencias de nitrógeno, hierro o magnesio afectan la fotosíntesis.
Poca luz: Plantas que reciben poca luz pierden color y se debilitan.
Estrés ambiental: Cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire o exposición directa al sol intenso.
Plagas o enfermedades: Hongos, cochinillas o ácaros dañan hojas y raíces, provocando amarillamiento.
¿Cómo diagnosticar el problema?
Revisá la humedad de la tierra: ni muy seca ni encharcada.
Observá el estado de las raíces y tallos: raíces blandas o negras indican exceso de agua.
Comprobá plagas o hongos en hojas y tierra.
Evaluá luz y ubicación: si está en sombra o demasiado sol, ajustá su lugar.
¿Qué cuidados aplicar para recuperar las hojas verdes?
Ajustá el riego según las necesidades de cada planta.
Aplicá abonos orgánicos o fertilizantes balanceados si hay carencias de nutrientes.
Cambiá la planta de ubicación si la luz es insuficiente o excesiva.
Eliminá hojas dañadas y controlá plagas o enfermedades con productos apropiados.
Recomendación final:
El amarillamiento de hojas no siempre significa un problema grave, pero requiere atención. Con diagnóstico adecuado, riego correcto, nutrientes y ubicación óptima, tu planta puede recuperar su vigor y mantener hojas verdes y saludables.